Este
año la tradicional bajada estuvo inspirada en el año Santo de la Misericordia, y
Monseñor William Delgado Silva, obispo de la Diócesis de Cabimas, durante la
homilía reiteró que este año la virgen “viene con un mensaje de amor y
misericordia, pues ella ha conocido de cerca este misterio”
“Estamos
de fiesta y llenos de mucha alegría y mucho gozo, hoy esta advocación de la
madre de Dios, baja de su nicho para encontrarse con su pueblo y comenzar la
visita por los diferentes sectores e
instituciones del municipio”.
Luego
de la misa, mientras la imagen de la Virgen descendía, la agrupación Los Rosareños entonó hermosas
gaitas, todas dedicadas a la madre de Dios.
Posteriormente
los fuegos artificiales iluminaron el
cielo del casco central de Cabimas, para dar inicio la procesión por los
alrededores de la Santa Iglesia Catedral de Cabimas.
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