Al recibir el acolitado,
Roberto Segovia asistió al Obispo William Delgado en el servicio del altar. |
Una jornada de júbilo
y fiesta religiosa vivieron los cristianos católicos de la comunidad de El
Tigre, parroquia Marcelino Briceño del municipio Baralt, estado Zulia. Cuando
durante la celebración del día de San Rafael Arcángel, patrono de esa
comunidad, y uno de sus hijos, Roberto Carlos Segovia Perdomo, recibió el
acolitado de manos de monseñor William
Enrique Delgado, obispo de la Diócesis de Cabimas, un escalón más que lo acerca
a la ordenación sacerdotal.
Ahí no quedaron las
buenas noticias, porque el obispo designó a Jhonny Lozada como párroco de El Tigre, donde lleva tres años
pastoreando a sus ovejas, y su labor es reconocida por los habitantes del
caserío y de otros adyacentes. Más de veinte jóvenes, hombres y mujeres, fueron
confirmados por monseñor Delgado y felices recibieron este sacramento.
Durante la fiesta
religiosa en honor a San Rafael Arcángel, los feligreses rebosaron los espacios de la Iglesia de El Tigre. En la
santa misa, al Obispo de la Diócesis de Cabimas lo acompañaron presbíteros de
la Costa Oriental del Lago, estado Zulia, y el párroco de Santa Isabel,
municipio Andrés Bello del estado Trujillo.
Roberto Segovia nació
en Valera, estado Trujillo. Tiene 25 años de edad. Cursó la primaria en la
Escuela “7 de Diciembre” de El Tigre. Sacó la secundaria en el Liceo “Manuel
Marín Salazar” de Santa Isabel y desarrolla su vocación sacerdotal en el
Seminario “Santo Tomás de Aquino”, adscrito a la Arquidiócesis de Maracaibo, en
la capital del estado Zulia.
Este joven ya tenía
el lectorado, y ahora con el acolitado, le faltan los escalones de admisión a
las órdenes sagradas y el diaconado para finalmente alcanzar la ordenación
sacerdotal. Por ahora, Roberto Segovia puede ayudar al sacerdote en el servicio
del altar. Todavía no le es permitido oficiar la homilía ni administrar la
sagrada eucaristía.
El acolitado de
Roberto Carlos Segovia Perdomo, el ascenso a parroquia eclesiástica de El Tigre
con la denominación de San Rafael Arcángel, su patrono y protector, y la
confirmación de más de veinte jóvenes, instruidos y capacitados por el
presbítero Jhonny Lozada y sus asistentes, son buenas nuevas que llenan de
alegría a los habitantes de esta comunidad repleta de gente trabajadora, noble,
generosa, solidaria, emprendedora y de ferviente fe en Dios.
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