La feligresía de
El domingo de ramos cada iglesia efectuó la bendición de las Palmas y conmemoró la entrada de Jesús a Jerusalén como el Rey de Reyes, estando la actividad central encabezada por Monseñor William Delgado Obispo de
La misa Crismal efectuada el martes 30, estuvo presidida por el obispo de
Luego el miércoles Santo, Monseñor William Delgado, con una eucaristía dio inicio a
Este mismo día
Luego de saludar a todos los fieles de “Jesús con
Con la misa del jueves Santo se conmemora la Última Cena y el lavatorio de los pies de Jesucristo a sus discípulos. En esta oportunidad Monseñor William Delgado mencionó que “la actitud de Jesús en la Última Cena, de lavar los pies de sus discípulos, es una escena conmovedora y cuestionante para todos, e invita a los cristianos a ser humildes servidores y superar el egoísmo. Mencionó también que el jueves Santo fue el día en que se instituyó la eucaristía.
Una vez finalizada la eucaristía se dispuso a visitar los siete templos y mencionó "lo que quiere la iglesia sobretodo con la visita al santísimo sacramento en estos templos es que la gente haga un rato de oración y de encuentro con el señor".
Las Iglesias visitadas por el Obispo de Cabimas fueron: San Juan Bautista, ubicada en
El viernes Monseñor William efectuó el sermón de las siete palabras, con el que rememoró las palabras dichas por Jesús una vez crucificado, siendo la primera “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”(Lc. 23,34); la segunda, “En verdad, en verdad te digo: hoy estarás conmigo en el Paraíso”, (Lc. 23,43); la tercera, “Mujer, he ahí a tu hijo; hijo he ahí a tu madre”, (Jn. 19, 26-27); cuarta, “¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?”, (Mc. 15, 34; Mt. 27, 46); la quinta, “Tengo sed”, (Jn 19,28), la sexta, “Todo está cumplido”, (Jn. 19, 30); y la séptima, “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”, (Lc. 23, 46).
El sábado
Durante este acto el más importante y grande del año litúrgico, Monseñor William Delgado, mencionó que “sin Resurrección, nuestra fe sería en vano”, y agregó “la resurrección de Cristo es la promesa de nuestra propia resurrección”
Esta época del año – agregó - nos invita a cambiar de modo de pensar de vivir, pero debemos morir para revivir, debemos enterrar nuestros pecados primero para comenzar una nueva vida.
Al concluir invitó a la feligresía presente a poner su corazón en los bienes del cielo y no en los bienes de la tierra.
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