Durante la Solemnidad de Corpus Christi celebramos la fiesta en honor al Cuerpo y Sangre de Cristo |
Con motivo de
celebrarse la solemnidad de Corpus Christi, las parroquias que conforman la
Diócesis de Cabimas, efectuaron diferentes actividades para conmemorar esta
importante fecha; por su parte en la Santa Iglesia Catedral Nuestra Señora del
Rosario de Cabimas, monseñor William Delgado Silva, efectuó una hora santa y
posteriormente una eucaristía.
Comentó que su Santidad el Papa
Francisco, propuso celebrar de manera simultánea una hora santa en todo el mundo, (a las 5:00 pm hora de Roma), en la cual se pediría
a Jesús Eucaristía por la Iglesia, por las familias y por todos los
problemas del mundo.
Recordó el
obispo de la Diócesis de esta es una fiesta de la Iglesia Católica destinada a
celebrar la Eucaristía.
“El Corpus Christi es una fiesta de
la Iglesia para celebrar la Eucaristía; su principal finalidad es proclamar y
aumentar la fe de la Iglesia Católica en Jesucristo presente en el Santísimo
Sacramento” agregó.
Luego dijo que el milagro más grande
de la historia es el nacimiento de Jesús, Dios que se hace hombre. Pero recordando el evangelio del día sobre la multiplicación de los panes, y dijo
que el milagro más grande de Jesús el más importante de todos fue cuando
instituyó la eucaristía el jueves santo, y quiso quedarse con nosotros para
siempre.
“Jesús efectuó
muchos milagros durante su vida púbica,
comenzado por el de la boda de Caná, también caminó sobre las aguas, resucitó a
Lázaro y muchos otros, sin embargo quedarse en la eucaristía es el mayor de
todos” agregó.
“La transubstanciación
que ocurre con la consagración (que cambia es la sustancia del pan y del vino y
se convierte en cuerpo y su sangre Jesucrsito
aunque no cambia de forma, color, sabor) es un milagro que solo con fe puede
entenderse, ese es el misterio de nuestra fe” agregó el prelado.
Agregó
Monseñor Delgado, que la eucaristía hace
al sacerdote, el sacerdote hace a la eucaristía, y que así han pasado muchos
años, van tomadas de la mano sin poder separarse la una de la otra.
Dijo también que la eucaristía es
uno de los siete sacramentos instituidos por Cristo para que participemos de la
vida de Dios, es el mayor de todos los
sacramentos, el principal, pues contiene
al mismo Cristo, el autor Divino de los
Sacramentos.
Con la eucaristía dominical
–continuó diciendo- Dios nos ayuda, nos
enseña a crecer en nuestra fe, así
nosotros mismos nos convertimos en multiplicadores de su palabra de amor.
“La Sagrada Eucaristía es el
verdadero centro del culto católico, el corazón de nuestra fe. Y porque creemos
que el hijo de Dios está verdaderamente presente en el Sacramento del altar, construimos
bellas iglesias, ricamente adornadas” apuntó.
Sociedad de Adoradores
En la rectoría María Inmaculada de
Cabimas, también se efectuaron dos eucaristías solemnes, la primera a las 10 de
la mañana, en la que se presentó y bendijo la sociedad de adoradores del
Santísimo Sacramento del Altar, conformada por
27 caballeros de la parroquia.
Durante esta misma celebración
eucarística se ofrendó a la rectoría una nueva custodia y un palio.
Una vez concluida la misa se efectuó
una procesión con el Santísimo hasta la sede del seminario diocesano El Buen
Pastor de Cabimas, donde el Santísimo estuvo expuesto desde las 12 del mediodía
hasta las 5 y 30 de la tarde, seguidamente se sacó nuevamente en procesión por
las calles de la urbanización las 40, donde los diferentes grupos de
apostolados habían colocado varios monumentos para ser recibido, después se
dirigieron al templo parroquial donde se efectuó la segunda eucaristía solemne
pasadas las 7 de la noche.
Su origen
La
Celebración del Corpus Christi se lleva a cabo el siguiente jueves al octavo
domingo después del Domingo de Resurrección (es decir, 60 días después del
Domingo de Resurrección).
Esta
fiesta surgió en la Edad Media, cuando en 1208 la religiosa Juliana de
Cornillon promueve la idea de celebrar una festividad en honor al cuerpo y la
sangre de Cristo presente en la Eucaristía. Así, se celebra por primera vez en
1246 en la Diócesis de Lieja (Bélgica).
En el año
1263, mientras un sacerdote celebraba la misa en la iglesia de la localidad de Bolsena
(Italia), al romper la hostia consagrada brotó sangre.
Desde el Corazón de América
Custodia proviene de la palabra del
latín “Ostendere” (ostensorio) que significa mostrar. Durante la hostia de la
Iglesia fue pasando por diversas formas, un cofre con un orificio por el cual
se podía ver la hostia, en otras ocasiones era un copón con un vidrio en una
parte del mismo para dejar verla hostia, todo ello con diversas modificaciones
hasta el siglo XVI.
Existen estudios que ayudan a
comprender este apartado, Hasta el siglo XVI existía una custodia con pedestal o algo similar en la que se
depositaba la hostia consagrada para la adoración, pero no tenía la forma de
sol como la conocemos hoy día.
Este modelo fue introducido
posteriormente a la llegada de los conquistadores a América.
Hay estudios que aseguran que ese
modelo fue incorporado gracias a los primeros evangelizadores en el continente
americano, ya que en estas tierras se encontraron que las culturas dominantes
de la época (Maya, Azteca e Inca) adoraban a SOL como un dios y esta fue la
forma de introducir la fe en Cristo sacramentado, se evangelizó haciendo la
custodia en forma de sol con sus rayos, para introducir a los indígenas que
Cristo era el verdadero sol del mundo y se hace pan para alimentarlos.
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