Así
lo informó el seminarista Roberto Segovia, quien cursa estudios en el seminario
Santo Tomás de Aquino en Maracaibo, quien agregó que el lema de este año será “Que
los pobres me ayuden a vivir el Evangelio” de Monseñor Romero.
Cuando se le consultó que eran exactamente las
misiones respondió diciendo “son un tiempo de gracia que Dios nos regala para
llevar la Buena Noticia a tantas personas en el mundo (cfr. Mc 6, 7-12) Estas
Misiones se desarrollan en una parte específica. Se pueden dar en lugares donde
ya se conoce el Evangelio como donde todavía no se ha oído hablar de él. Dios es el centro de la misión; no nos
predicamos a nosotros mismos (cfr. 2Cor 4,5) Esta experiencia es muy
enriquecedora; ya que, damos de lo que hemos recibido”.
Agregó además que “todos
los bautizados tenemos la obligación de misionar, evangelizar; no es trabajo
sólo de sacerdotes o monjas. El misionero no puede trabajar sólo; tiene que
estar unido a Cristo como los sarmientos a la vid (cfr. Jn 15, 5) el Espíritu
Santo nos da la valentía para anunciar a
Cristo. Debemos por tanto, orar siempre (cfr. Lc 22,14) para poder hacer
efectivamente nuestra labor. Es una tarea muy noble ya que, representamos a la
Iglesia; vamos en salida para fermentar el mundo con el Evangelio”.
Al finalizar Roberto
Segovia recordó que hay una persona que supo vivir a plenitud esta vocación, que
con su vida dio un ejemplo de una entrega total al Señor y que esta mujer, es
María Santísima, fue la primera evangelizadora.
Luego citó palabras
de San Agustín “para María es más importante su condición de Discípula de
Cristo que la de Madre de Cristo, es más dichosa por ser Discípula de Cristo
que por ser Madre de Cristo” María es
también llamada “Estrella de la Evangelización”. Hacia Ella debemos ir para que nos enseñe a
ser vida el Evangelio de su Hijo. Si Dios necesitó de Ella ¿cuánto más
nosotros? Su único y extraordinario sermón es “hagan lo que Él les diga” (cfr.
Jn 2, 5).
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