La iglesia Catedral
de Cabimas, se vistió con hermosas rosas rosadas para celebrar el día de
Nuestra Señora del Rosario, una de las advocaciones de la madre de Dios,
patrona de la Diócesis de Cabimas y de toda la Costa Oriental del Lago.
Monseñor William
Delgado, Obispo de la Diócesis de Cabimas, inició su homilía apuntando “y
habiendo entrado donde ella estaba, le dijo: “Dios te salve, llena eres de
Gracia, el Señor este contigo, con estas
palabras el ángel saludó a Nuestra Señora y nosotros las hemos repetido
incontables veces en tonos y circunstancias diferentes”, para recordar a los
presentes que con esta frase el ángel
anunció a María que había sido escogida por el Padre para ser la madre de su
único hijo.
Luego explicó que en la edad media se saludaba a la Virgen
María con el título de rosa (Rosa Mystica) como símbolo de alegría. Se
adornaban sus imágenes como ahora con coronas y un ramo de rosas (en el latín
medieval Rosarium) expresión de las alabanzas que nacían de un corazón lleno de
amor.
Aclaró
monseñor Delgado que el mes de octubre, la iglesia lo dedica en honor a la
Madre del Cielo, especialmente a esta advocación Mariana de la Virgen del
Rosario, y el 7 de octubre particularmente San Pio V en 1571 atribuyó la
Victoria de Lepanto, con la cual desaparecieron graves amenazas para la fe de
los cristianos, a la intercesión de la Santísima Virgen, invocada en Roma y en
todo el orbe cristiano por medio del Santo Rosario y por ello quedó instaurada la fiesta que hoy
se celebra.
Luego
el obispo explicó la historia del Santo Rosario, y de cómo la Virgen María
tiene presencia en cada episodio en la vida de Nuestro Señor Jesucristo vistos
en los diferentes misterios.
“En
el siglo XVI, San Pío V instauró su fecha el 7 de octubre, aniversario de la
victoria en la Batalla de Lepanto, donde las fuerzas cristianas derrotaron a
los turcos que invadian Europa (atribuida a la Virgen), denominándola Nuestra
Señora de las Victorias; además, agregó a la letanía de la Virgen el título de
Auxilio de los Cristianos. Su sucesor, Gregorio XIII, cambió el nombre de su
festividad al de Nuestra Señora del Rosario. A causa de la victoria en la
batalla de Temesvár en 1716, atribuida por Clemente XI a la imagen, el papa
ordenó que su fiesta se celebrase por la Iglesia universal. León XIII, cuya
devoción por esta advocación hizo que fuera apodado el Papa del Rosario,
escribió unas encíclicas referentes al rosario, consagró el mes de octubre al
rosario e incluyó el título de Reina de Santísimo Rosario en la letanía de la
Virgen” apuntó.
Ministerio del acolitado
Durante
esta celebración eucarística, fueron instituidos acólitos los seminaristas: Horacio
de Jesús Martínez y Roger Dales Colmenares, y al hacer referencia a ello el
obispo diocesano, explicó “una vez instituidos acólitos su oficio es prestar su
servicio en el altar y ayudando al sacerdote durante las celebraciones
litúrgicas, especialmente la Misa.
“Siendo ustedes
acólitos podrán distribuir la comunión, también en circunstancias especiales
pueden exponer y reservar el Santísimo Sacramento pero no dar la bendición
eucarística e instruir a monaguillos y otras personas que ayudan en el servicio
del altar.
A la celebración
litúrgica asistieron Félix Bracho y Tiberio Bermúdez, alcaldes de los
municipios Cabimas y Miranda respectivamente.
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