martes, 15 de octubre de 2013

CELEBRADA FESTIVIDAD DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO EN CABIMAS

La iglesia Catedral de Cabimas, se vistió con hermosas rosas rosadas para celebrar el día de Nuestra Señora del Rosario, una de las advocaciones de la madre de Dios, patrona de la Diócesis de Cabimas y de toda la Costa Oriental del Lago.
Monseñor William Delgado, Obispo de la Diócesis de Cabimas, inició su homilía apuntando “y habiendo entrado donde ella estaba, le dijo: “Dios te salve, llena eres de Gracia, el Señor este contigo,  con estas palabras el ángel saludó a Nuestra Señora y nosotros las hemos repetido incontables veces en tonos y circunstancias diferentes”, para recordar a los presentes que con esta frase  el ángel anunció a María que había sido escogida por el Padre para ser la madre de su único hijo.
Luego explicó  que en la edad media se saludaba a la Virgen María con el título de rosa (Rosa Mystica) como símbolo de alegría. Se adornaban sus imágenes como ahora con coronas y un ramo de rosas (en el latín medieval Rosarium) expresión de las alabanzas que nacían de un corazón lleno de amor.
            Aclaró monseñor Delgado que el mes de octubre, la iglesia lo dedica en honor a la Madre del Cielo, especialmente a esta advocación Mariana de la Virgen del Rosario, y el 7 de octubre particularmente San Pio V en 1571 atribuyó la Victoria de Lepanto, con la cual desaparecieron graves amenazas para la fe de los cristianos, a la intercesión de la Santísima Virgen, invocada en Roma y en todo el orbe cristiano por medio del Santo Rosario  y por ello quedó instaurada la fiesta que hoy se celebra.
            Luego el obispo explicó la historia del Santo Rosario, y de cómo la Virgen María tiene presencia en cada episodio en la vida de Nuestro Señor Jesucristo vistos en los diferentes misterios.
            “En el siglo XVI, San Pío V instauró su fecha el 7 de octubre, aniversario de la victoria en la Batalla de Lepanto, donde las fuerzas cristianas derrotaron a los turcos que invadian Europa (atribuida a la Virgen), denominándola Nuestra Señora de las Victorias; además, agregó a la letanía de la Virgen el título de Auxilio de los Cristianos. Su sucesor, Gregorio XIII, cambió el nombre de su festividad al de Nuestra Señora del Rosario. A causa de la victoria en la batalla de Temesvár en 1716, atribuida por Clemente XI a la imagen, el papa ordenó que su fiesta se celebrase por la Iglesia universal. León XIII, cuya devoción por esta advocación hizo que fuera apodado el Papa del Rosario, escribió unas encíclicas referentes al rosario, consagró el mes de octubre al rosario e incluyó el título de Reina de Santísimo Rosario en la letanía de la Virgen” apuntó.

Ministerio del acolitado

            Durante esta celebración eucarística, fueron instituidos acólitos los seminaristas: Horacio de Jesús Martínez y Roger Dales Colmenares, y al hacer referencia a ello el obispo diocesano, explicó “una vez instituidos acólitos su oficio es prestar su servicio en el altar y ayudando al sacerdote durante las celebraciones litúrgicas, especialmente la Misa.
“Siendo ustedes acólitos podrán distribuir la comunión, también en circunstancias especiales pueden exponer y reservar el Santísimo Sacramento pero no dar la bendición eucarística e instruir a monaguillos y otras personas que ayudan en el servicio del altar.
A la celebración litúrgica asistieron Félix Bracho y Tiberio Bermúdez, alcaldes de los municipios Cabimas y Miranda respectivamente.


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