“Dios todo lo hizo bien, así lo dicen las sagradas escrituras”, con
estas palabras Monseñor William Delgado Silva, obispo de la Diócesis de Cabimas; comenzó su
declaración, con la que se pronuncia sobre el proyecto de Ley de matrimonio
civil igualitario, consignado recientemente ante la Asamblea Nacional.
-No existe
justificación alguna, de ningún índole para dañar, deteriorar la obra del
Señor, dijo tajantemente.
“La Iglesia defiende
el matrimonio entre el hombre y la mujer, dicen las sagradas escrituras que los
dos serán una sola carne. La procreación tiene su iluminación bíblica desde el
génesis, creced y multiplicaos, hablando de la pareja”, apuntó
Luego agregó “la mujer y el hombre tienen su
definición muy clara desde la creación,
la mujer ha sido creada anatómicamente para procrear con la intervención masculina, el hombre quien
siembra la semilla de la vida a través
del acto conyugal, y así forman una familia.
Explicó el prelado, que el hombre tiene su
psicología y la mujer la suya, y juntos se complementan para formar un
hogar, y esa complementación no es solo
psicológica y material, sino también para
la formación de un nuevo ser humano.
Agregó que en el nuevo testamento también se
encuentra que San Pablo, habla del matrimonio entre el hombre y la mujer, “dejara
el hombre a su padre y a su madre y se
unirá junto a su mujer, y los dos serán una sola carne repitiendo las palabras
del Génesis.
-Todas las sagradas escrituras, todas las doctrinas de
la Iglesia expresada en el sacramento del matrimonio es entre el hombre y la
mujer, recordó.
La iglesia tiene razones morales, éticas y
teológicas para no admitir el matrimonio entre personas del mismo sexo, por el
contrario promueve, impulsa y desarrolla el matrimonio natural. Tenemos más dos
mil años desde que vino Jesucristo y millones de años desde el momento de la
creación, de cómo Dios nos dijo de cómo debía ser el matrimonio; y es justo ahora
cuando se ha deteriorado, cuando se ha desviado la naturaleza del hombre y de
la mujer en la mente humana, que se piensa en esta unión “irregular”.
Recalcó el obispo que la iglesia reconoce solo dos
géneros como lo dice la biblia, el hombre y la mujer.
Cuando se le consultó sobre la constitución de una
familia por personas del mismo sexo, estando casadas o no, respondió lo
siguiente “antes de pensar en cómo crecería un niño en un hogar con dos
personas del mismo sexo, deberíamos pensar antes en como nacería, ya que dos
iguales no pueden concebir aun cuando la
ciencia ha logrado muchos avances, no son opciones normales, no es obra de Dios.
Agregó “las parejas tendrían que acudir a un vientre en alquiler o a una inseminación
artificial, o la adopción, o a cualquier otro método, pero ninguno de ellos
sería la manera natural como Dios lo creo, y esto traería consigo otros
problemas, otras desviaciones, que deteriorarían mucho más la sociedad, pues se
iría en contra a lo que Dios ha creado para la humanidad.
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