La señora Eva de Acosta, esposa, madre de cuatro
hijos, abuela, profesional, es también junto a su esposo la coordinadora
diocesana del Movimiento Cursillos de Cristiandad, y asegura que no es imposible cumplir con todas
estas actividades.
Tengo un principio filosófico
y cristiano que rige mi vida –agregó- y estoy segura de ello, que cuando nos
entregamos al servicio de Dios y al
servicios de nuestros hermanos el Señor busca la manera de manifestarse en
nuestra vida; por ello puedo asegurar “hazte
cargo de las cosas de Dios, y Dios se hará cargo de las tuyas”, siempre en
cualquier situación por difícil que sea la ayuda y la presencia de Dios se hará
presente en tu vida.
Los esposos Acosta tienen
36 años dentro del movimiento de
Cursillos de Cristiandad, casi desde el inicio de su unión matrimonial, y según asegura la señora Eva desde ese
entonces están trabajando “fuertemente” dentro del movimiento y comenzaron
hacer vida pastoral dentro de la iglesia consciente de su compromiso con
Cristo.
Con relación a su
labor mencionó que en lo personal ellos necesitan formarse conocer la palabra, el Evangelio, para así
fortalecerse espiritualmente y poder
luego ser multiplicadores y ayudar a la
formación de otros.
-Nosotros educamos a
nuestros hijos en la fe cristiana, ellos conocen de la importancia de los
sacramentos, como la eucaristía semanal, la confesión, tenemos la suerte de que nuestros cuatro hijos han hecho cursillo y dos de ellos nos ayudan
de manera activa en la formación de matrimonios a través de la pastoral
familiar.
Al pedirle que nos
narrara una anécdota en particular donde el estar vinculado a la iglesia influyera
de manera especial, respondió diciendo “hace poco tuvimos a nuestra nieta muy
enfermita, y en esa oportunidad más que nunca pude sentir lo que es ser familia
cristiana, gracias a la cercanía, la presencia, la fortaleza y la oración de nuestros hermanos de cursillo,
eso marcó nuestras vida como familia, podemos sentir esos lazos mucho más
estrechos”.
Al finalizar su
declaración mencionó “yo como mujer de fe estoy convencida, que una madre que
inculca buenos valores, que educa en la fe a sus hijos, tiene la mitad de
trabajo hecho y sus hijos irán por el buen camino”.
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