Durante
la eucaristía celebrada en la iglesia Catedral “Nuestra Señora del Rosario” de
Cabimas, el obispo recordó que la iglesia tiene dos grandes celebraciones, que
son la navidad y la resurrección, y ambas por su importancia requieren de un
tiempo de específico de preparación, para la navidad, tenemos el Adviento y
para la Semana Santa, la Cuaresma.
“Este
es un tiempo de conversión que nos lleva a la penitencia, no olvidemos que
debemos confesarnos”, agregó.
Durante la cuaresma
–continuó diciendo- preparamos nuestro
corazón para la Semana Santa, que es el tiempo en el cual recordamos cuando Jesús
hizo su mayor obra de amor y acto de misericordia, como fue donar su vida en la
Cruz para el perdón de todos nuestros pecados.
El
obispo diocesano recordó que el tiempo de cuaresma es tiempo de oración, ayuno
y caridad, por lo que invitó a toda la feligresía a poner en práctica las obras
de misericordia que pueden ser
espirituales y corporales.
Monseñor Delgado,
recordó además el mensaje de su Santidad el Papa Francisco, para la cuaresma “Misericordia quiero y no
sacrificio”. Debemos prepararnos con conciencia y poner en nuestra vida en
manos de Dios y ser misericordiosos como el padre.
-Si algún nombre le
quisiéramos buscar a Dios, diríamos que como San Juan que Dios es amor y pudiéramos agregar que Dios es
Misericordia, apuntó.
Al concluir dijo “pidamos
a Dios para que podamos ser en este tiempo y durante toda nuestra vida tan
misericordiosos como el padre”.
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